miércoles, 24 de junio de 2015

¿Educar es difícil?

Tengo un amigo que dice que educar no es difícil. Siempre me lo dice cuando presenciamos una rabieta y le digo: -Es que educar es muy difícil... 
¿Qué opináis? ¿Fácil? ¿Difícil? ¿Falta de tiempo? ¿Cansancio?

Yo realmente estoy de acuerdo con él. Porque pienso que si seguimos unas pautas para guiar a los niños y somos constantes, podemos hacer que sea más fácil. Pero también tengo momentos en los que dudo, cuando le digo a Carla que no toque algo, o la llamo y parece que se llama Josefa porque no responde a su nombre. Ahí es cuando me planteo si realmente es tan fácil. Peeeero, ¿podemos conseguir que nos hagan caso en todo? No, y además no es sano. El niño debe mostrar su personalidad y nosotros guiarle.


Ahora mismo estamos pasando por la etapa: eso no se hace, eso no se toca, eso no se come, eso está mal, caca, caca, caca!!! Con esta fórmula no hayamos resultado a ninguna advertencia. Así que estamos optando por la técnica de retirar y ofrecer otra cosa. De momento la reacción de Carla es llorar un poquito o no llorar. Alguna vez se ha tirado al suelo pero la dejamos unos segundos  sin hacerle caso (vigilando siempre que no se haga daño) y en seguida vuelve.  Por ese lado estamos evitando rabietas.

Pero lo que me preocupa no es como lo vivamos en casa, porque Manolo y yo estamos de acuerdo en la educación que queremos darle y en como queremos enseñarla. El problema es el entorno, la presión social. Como te juzga el resto por cómo educas a tu hija, y no solo juzgar, porque hay quien se atreve a decirte como hacerlo cuando tiene ejemplos muy cercanos de los malos resultados.

Así que lo mejor es que hagáis lo que creáis conveniente. Vosotros sois quien conocéis a vuestro hijo. Siempre podemos aceptar críticas constructivas de personas que para nosotros tengan un buen criterio o experiencia. Pero no hagáis caso a comentarios negativos o perjudiciales que os hagan sentir que lo estáis haciendo mal.

Hay que tener conceptos claros. Podemos poner límites a nuestros hijos, y el primero, y que por sentido común todos hacemos, es que no se hagan daño. El resto, creo que tiene que estar en manos de los valores y educación que queramos darle los padres. 

En nuestro caso, es muy importante:

Observar: cuando miramos a nuestros hijos, sabemos cuando está incomodo, cuando está feliz, cuando siente vergüenza, si está cansado, etc.

Respetar: respetar sus momentos, sus ritmos, no presionarla para que consiga algo, que haya coherencia entre lo que decimos y hacemos, etc.

Apoyar: ayudarla a conseguir cosas, animarla a quitarse los zapatos, etc.

Felicitar: hay que premiar que consigan algo, que nos ayuden, que coman solos, que cante una canción, etc. (en este caso te pasas el día haciendo palmitas y diciendo bien!!! como si no hubiese mañana)

A veces he oído la expresión "los niños son niños", y estoy totalmente de a cuerdo. Pero tampoco creo que eso vaya de la mano de hacerles inútiles. No voy a poner a Carla a limpiar los azulejos (aunque podría), pero si le voy a decir donde tiene que dejar los zapatos, coger las galletas, etc. Porque así la estoy enseñando a que la casa no funciona con "robótica" y hay un duende que limpia y recoge, sino que todos colaboramos para que las cosas estén "ordenadas" (aunque ese concepto ya no existe en casa) ahora se dice que las cosas están "medio qué" XD.

En definitiva, educar con sentido común. Si vamos a una tienda, lo normal es que el niño quiera tocar lo que ve, y por ello, no podemos decir que es malo. Que el niño quiera jugar en lugar de dormir la siesta, tampoco significa que sea malo, ni que le quite un juguete a otro niño, etc etc Debemos saber ver el carácter de cada niño y comprender como actúa para poder guiarle. Todos los niños no son iguales y no tenemos que educarles del mismo modo.

Y por último, quiero compartir esto que leí  en un libro, porque me gustó muchísimo. Se trata de que siempre que riñamos a los niños, si después vienen a reclamarnos como buscando consuelo, no debemos negárselo, ya que si se lo negamos le estamos enseñando a ser rencorosos y orgullosos. Recordar siempre que somos un ejemplo 24 horas. Esto no es malcriar, (y a eso me refiero por la presión social), ya que está reacción de consolar a nuestro hijo puede verse desde fuera como mal educar y no lo es. 

Todo, todo lo que hacemos les está enseñando cosas para la personita que será el día de mañana. No veáis cada día como agotador, verlo como un libro en blanco donde estamos pintando recuerdos, momentos felices, logros, personalidad, etc.

Ayer en la fiesta del colegio, se acercó una chica a felicitarnos por Carla. Esta chica es profesora de infantil en un colegio y además tiene 6 hijos. De ahí que su felicitación nos hiciera tanta ilusión. No nos conocíamos, y estuvo buscando a los padres de Carla para felicitarles, ya que había estado un rato con ella y dice que era super colaborativa, atenta, despierta y cariñosa y le había sorprendido porque Carla tiene un año y medio. Pero lo que más me gustó es que nos dijese que no es suerte, es trabajo de los padres y su entorno. Este es un tema que siempre recalco. Algunas cosas del niño son suerte, pero otras llevan un trabajo detrás. Si os esforzáis con la educación de vuestros hijos, no dejéis que os digan que es suerte... es trabajo y constancia.

Espero que se haya entendido lo que quería transmitiros. Porque me vienen muchas ideas a la cabeza y no se si las plasmo bien.

Por cierto, no creáis que soy super woman. Yo también llego a las 19 de la tarde con ganas de meterme a la cama y a veces tengo paciencia 0. Pero tengo muchos momentos al cabo del día en los que pienso que Carla crece muy deprisa, que quiero enseñarle muchas cosas y que quiero disfrutarla al máximo.

Gracias por leerme!!
un abrazo



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