martes, 12 de enero de 2016

2016 con el método "Bullet Journal"

Cuando estaba en el instituto y universidad, siempre tenía agendas que comenzaban y acababan con el curso académico. Pero ahora el curso no se acaba nunca, y si se me acaba la agenda en septiembre me da un patatus.
Es cierto que ahora tenemos un montón de aplicaciones para poder tener recordatorios, avisarnos de cumpleaños, citas, etc. Pero yo soy de la antigua escuela, además me encantan los bolis, cuadernos, rotus, etc Soy una loca de la papelería!! Así que tengo que aprovechar y seguir escribiendo. No se si a vosotros os pasa, pero yo tengo cosas anotadas por todos lados, una receta, un libro que me han recomendado, la lista de la compra, gastos, fechas...Necesito reunirlo en un solo sitio que sea mi talismán.


También uso Google Calendar que también va muy bien para cuando se me va la pinza y me recuerda amablemente que había quedado con alguien a cenar, teníamos médico, etc.

Así que aparte del calendario de la cocina que también me da bueno sustos cuando levanto la cabeza mientras desayuno y veo los recordatorios, he comenzado a usar este sistema.
Os cuento este nuevo método de organización. Se llama "Bullet Journal" y está diseñado para que seamos más productivos y organizados, y que al cabo del año hayamos conseguido casi todos nuestros propósitos y tengamos un resumen de gastos, anotaciones, etc. Además, me gustó mucho porque no es como la agenda que a veces te dejas una semana en blanco y te da rabia perder todas esas páginas, aquí se aprovecha cada hoja.




Este método tiene su lógica y tenemos que hacernos a él. Os dejo un breve resumen y un vídeo para que lo conozcais. El cuaderno por excelencia que se usa es Moleskine. supongo que por comodidad, porque son de un tamaño aceptable.

-Conoce el método BULLET JOURNAL 



Espero que os animéis a usar este nuevo sistema de organización. Voy a terminar mi cuaderno y os enseño como lo he distribuido.

Gracias por leerme! Un besazo!

domingo, 10 de enero de 2016

Adiós chupete!

Y al final llegó el momento de decirle adiós al chupete, para nosotros "el titu". Carla iba cumplir 2 añitos y decidimos que ya era momento para quitarlo. Llevábamos intentando disminuir su "adicción" desde el verano, dejándolo solo para dormir. Nuestro primer intento para deshacernos de él fue una vez que se cayó por el balcón al patio del vecino, y como el vecino tiene un perro, le dije que el chupe se lo había quedado el perrito porque era pequeño. Ella se quedó con la historia y se asomaba intentando contar lo que había pasado. Pero aparecieron los "yayitos" y rescataron el chupete con un palo... ¬¬ 

Al final entre unas cosas y otras a veces lo llevaba puesto porque iba a dormir pero no se dormía, o cuando estaba malita lo pedía más, etc. Vamos, que siempre teníamos excusa porque la verdad que es un reto más que tenemos que superar padres e hijos y lo aplazamos. 


Razones por las que la hemos "desenganchado":

-La primera iniciativa fue por parte de la guardería. Se lo habían quitado para dormir la siesta y lo había llevado muy bien.
-Queríamos que aprendiera a calmarse sin chupete.
-Se había arrancado hablar y cuando lo llevaba puesto hablaba con él y si le decías que se lo quitase dejaba de hablar
-Dentición. Carla tiene todos los dientes desde que tenía un año y unos meses, y aunque no lo llevaba todo el día puesto, nos preocupaba alguna alteración en el paladar, dientes, etc.
-No podía dormir sin él. Esto también es un super problema, porque vivíamos obsesionados con no salir de casa sin chupete, y si pasaba comprábamos uno en la primera farmacia que veíamos.

A parte de las razones por las que los padres decidamos quitar el chupete, también están los comentarios del entorno. Que particularmente a nosotros nos da igual, pero puede haber gente que se sienta presionada por comentarios tipo:

-Todavía lleva chupete?
-Qué fea estás con el chupe!
-Eres un bebé?
-El chupete para cuándo?? 

Siempre digo que estos comentarios depende quien me los haga me hace gracia o me quedo con esta cara...
El caso es que nos animamos a quitarselo por las razones que he comentado. Pero no sabíamos cómo hacerlo. Nos recomendaron de todo: coser hilos negros, mojarlo en algún sabor fuerte, yo que sé, de todo! Al final decidimos hacer una historia bonita que pudiese recordar y que ella contase con orgullo. Así que como se acercaba la navidad, la fuimos preparando para dárselo a Papa Noel. 

La historia era que Carla le iba dar el chupete a Papá Noel, para que él se lo diese a un bebé pequeño que lloraba mucho y a cambio le dejaría un regalo en el árbol de Navidad. Esta historia se la contábamos a todo el mundo... ¿Sabéis que Carla le va dar el chupete a Papá Noel? Así ella se unía a la conversación y se hacía a la idea.

Y llegó el gran día... Estábamos en la fiesta de navidad del trabajo de unos amigos, y Papá Noel iba a estar allí repartiendo regalos. Carla estuvo con el chupete hasta que llegó su turno. Subió con su tita Cristina la cual le preguntó si quería darle el chupete a Papá Noel y ella lo miró con pena y lo entregó. (Menos mal que no subí yo, sino aún llevaba chupete... Qué pena!!) Todos le aplaudimos cuando bajó del escenario y ella estaba super orgullosa.

Cuando llegamos a casa, tenía un regalo en el árbol y también se puso muy contenta. Hasta que llegó la hora de la siesta... Tuve que aguantar 1 hora de llanto y de pedir el chupete. Al final se durmió viendo dibujos. (En esta etapa de crisis todo vale, hay que distraer su atención) 

Tuvimos 2 días de crisis, al tercero ya lo había superado. Pero los días de mono lo pedía solo para la siesta y para la noche y lloraba mucho hasta que se dormía. Nosotros siempre le repetíamos la historia y la consolábamos. Esto último es muy importante, está dejando algo que la ha calmado casi desde que nació, así que es imprescindible el cariño y la comprensión. Después de la fase más dura, lo ha pedido alguna noche o al caerse y le hemos cambiado de tema y no lo ha repetido.

A nosotros no nos ha servido lo de sustituirlo por algo como un peluche o manta. Carla no ha querido nada. Bueno sí, tocar a mamá, pero eso ya lo hacía antes.

Quería contar esta experiencia porque nosotros lo hemos alargado por miedo a que lo pasase mal ella y nosotros, y al final ha ido muy bien. El éxito de superar esta etapa creo que está en la constancia y en el trabajo en equipo. Nosotros estábamos decididos y nuestro entorno nos ha ayudado felicitandola y no haciendo dramas.

Pero tampoco voy a mentiros, no todo es de color de rosa. Ahora no sabe cuando tiene que ir a dormir. Estamos trabajando en ello...

Gracias por leerme! Espero que os sirva nuestra experiencia!