viernes, 10 de febrero de 2017

Las visitas deberían venir con una pizza bajo el brazo

Hoy traigo un tema que suele preocuparnos cuando se acerca la hora de que nazca el bebé, y que os puede interesar como amigos o familiares con intención de visitar a un recién nacido.

Cuando nace un bebé casi todas las visitas aparecen con un regalito para tener un detalle con los nuevos papás, y aunque no es necesario siempre te hace ilusión. Cuando nació Carla, al hospital nos trajeron bombones, galletas de chocolate, frutas y algún que otro regalo. Casi tenemos que llamar a una empresa de transporte para que nos ayudara a llevarlo todo a casa. Entre el bebé, las bolsas y la torpeza de ser padres primerizos no dábamos a basto.

El caso es que me sorprendió la cantidad de dulces que nos trajeron. No se si fue cosa de que era 29 de diciembre y la gente estaba deshaciéndose de los bombones y mantecados, o que creían que necesitábamos una alta dosis de chocolate para superar los primeros días con el bebé. Porque probamos todo un surtido de bombones y dulces. 

Pero yo lo que más deseaba que trajesen las visitas era comida!!! Una pizza, una tortilla, una ensaladilla, cremas, caldo!! Todo era bien recibido y ayudaba muchísimo a superar las primeras semanas. Recuerdo que cuando Carla nació, lo que más me costaba era cocinar porque al darle pecho a demanda empleaba mucho tiempo en amamantar y descansar. Y eso que en esa época Manolo no trabajaba, y estábamos los dos. Pero yo me dedicaba a amamantar y descansar, y él a limpiar la casa y a cocinar para sobrevivir. En cuanto a comida "para sobrevivir" me refiero a cosas a la plancha, ensaladas, etc. Lo que echábamos de menos era comida elaborada, como un cocido, una crema, etc. Cuando aparecía mi suegra con los tapers llenos de tortilla de patatas, asado de verduras, y caldo con pelotas, se nos caían las lagrimas jajajaj



Por eso, cuando vayáis a visitar a quienes acaban de ser padres, seguir estos sabios consejos:

-No vayáis al hospital, a no ser que seáis amigos o familia muy cercana. En cuanto a cercana me refiero con relación, con roce. No tu tía la del pueblo que hace un siglo que no ves y no sabes ni cuántos primos tienes.

please :)

-Cuando queráis visitar a alguien, preguntar si les viene bien. No os plantéis en el hospital o en su casa en plan "sorpresa", porque a lo mejor es el rato que tienen para descansar o comer. Hoy en día con whatsap no cuesta nada preguntar cuando puedes ir a conocer al bebé.

-Las visitas cortas (salvo excepciones). No es cuestión de ir a echar la tarde. Pensad que aunque vuestra visita dure media hora y para vosotros sea una visita corta, si son muchas seguidas no descansan. Imagina que te encuentras mal y vienen a tu casa tus primos, tus tíos, unos amigos, y a cada uno de ellos les cuentas que tal te ha ido, atiendes al bebé, sacas un café, etc Terminas reventado y tu no te vas a descansar, tienes que seguir cuidando al bebé.

*Excepciones: dentro de las excepciones están las personas de confianza. Como tu amiga que te limpia el aseo, tus amigos que juegan con tu hija mayor para que estéis más tranquilos, tu suegra que te recoge la cocina o calma al bebé, etc.

-Para poder conocer al bebé, también puedes ofrecer tu casa o proponer salir a pasear. ¿Queréis venir a casa y así conocemos al bebé y salís un rato? ¿Queréis que vayamos a dar un paseo y así conocemos al bebé y os da un poco el aire? De esta forma hacéis que salgan, que no tengan que ensuciar más su casa, que alguien les prepare a ellos los cafés, etc.

-Si tenéis tiempo de preparar o comprar algo de comer, os lo agradecerán. Si a tus amigos a los que vas a visitar les encanta tu ensaladilla, llevarles un tapercito, les hará muy felices. Yo creo que el regalo perfecto sería un buen pan de centeno cortado, un taper con tomate rayado y una bandeja de jamón ibérico jajajaj Una cesta de fruta, una tortilla de patatas, una pizza casera :)

-Si ves la habitación del hospital llena y tu ya has estado allí un rato, ahueca el ala!! Y, si has leído este post te pediría incluso que invites a que la gente se vaya. No te cuesta nada ir comentando que parece que hace un poco de calor, que la habitación está cargada, que hay mucha gente, no sé, cosicas...

-Si es el segundo hijo, llevarle a la mayor un detalle. Puede ser cualquier cosa, unas chuches, un juguete, unas pinturas del chino, no se. Nosotros en ese caso estamos super contentos porque hubo amigos que hasta le regalaron a Carla y a Noa no, ya que Noa tenía de todo y no se iba a enterar.

-Una cosa que no soporto, es que alguien que no ha podido ir al hospital a conocer a tu hijo, luego ya no vaya a tu casa ni se interese nunca más por veros. ¿Qué pensáis que ocurre en este caso? Depende de la persona, habrá numerosas explicaciones. Pero la más común es que mucha gente va al hospital por cumplir, por quedar bien, por "goler" y después desaparece de tu vida. No te vuelve a preguntar más por tu hija, no vuelve a visitarla más, etc ¿Os ha pasado? A nosotros si. Van al hospital, molestan y nunca más se supo de ellos.

En fin, estos consejos son para los que visitan. Para los que seréis visitados, deciros que no tengáis vergüenza de decir que vengan en otro momento, que no vayan al hospital porque no te encuentras bien, no has descansado, etc. Lo normal es que la gente lo entienda, y el que no lo entienda será una persona de las que terminará desapareciendo porque realmente no le importa y no te respeta.

Y os cuento esto porque nuestra experiencia personal con Carla fue un desastre. Dijimos que no íbamos avisar a nadie, y al final nos pudo la alegría y avisamos a todo el mundo. Imaginaos el 29 de diciembre, festivo en Elche, y con la pre nochevieja. Casi todo el mundo estaba de vacaciones, y echaban allí bastante rato. Hubo un momento en que yo estaba en una esquina de la habitación sentada en un sillón dándole de mamar a Carla, y la habitación estaba llena y nadie estaba con nosotras. Hacia un calor insoportable y aguantamos sin decir nada. Mis suegros al ver la habitación llena se fueron para no molestar. Una persona que no quiero nombrar, se llevó un bocadillo para cenar allí, otra persona fue demasiado contenta con las fiestas, etc ¿Estamos locos?  Manolo terminó esa noche en urgencias con corticoides pinchados, por una reacción ante el estrés. Así que como comprenderéis, cuando llegamos a casa recibíamos las visitas con cita previa.

Porque al hospital van los que te avisan y los que no, los que los ha avisado un primo, los que los ha avisado un amigo, los que se han enterado de rebote, etc. Así que no puedes calcular cuanta gente irá a la hora de comer, a la hora de cenar, a la hora de descansar y así sucesivamente.

Con Noa fuimos más cautos, y aunque avisamos a todo el mundo, dijimos en un correcto mensaje que preferíamos no recibir visitas en el hospital porque yo estaba agotada. Y era cierto, parir sin epidural es como hacer un "Iron Man" (en este caso Iron Girl) sin entrenar. Aún así fue más gente de la deseada.

Luego para recibir las visitas en casa y sobre todo con el segundo hijo os doy un super consejo que os va ayudar muchísimo, al menos así lo sentimos nosotros. La primera semana, incluso la segunda, no recibáis visitas en casa. Respetar la adaptación de la hermana mayor y la vuestra. Tener un segundo hijo es distinto, requiere más esfuerzo, al principio no sabes apañarte con las dos, a quien atender primero, etc. Así que solo faltaba la típica persona que viene y hace comentarios negativos o hace sentir desplazada a la mayor. Nosotros estábamos super a gusto así, y las personas que querían conocer a Noa y vernos lo respetaron.

Y hasta aquí este post que tenía muchas ganas de leer. Espero que lo compartáis y así lo vayan viendo vuestras futuras visitas :)

Saludos

Verónica.